Por Natalia Dalenz
Los países latinoamericanos han atravesado por diferentes hitos hasta consolidar sus sistemas electorales de forma participativa. Estos hitos comenzaron a partir del voto selectivo que dotaba del derecho al voto únicamente a aquellas personas que contaban con determinadas características (como ser niveles de instrucción, situación económica determinada, pertenencia a un determinado grupo social), permitiéndoles estar inscritos en un censo electoral.
A partir de las reformas sociales que tuvieron lugar en la región, se otorgaron mayores derechos de participación a la sociedad en su conjunto en los procesos democráticos siendo el voto universal uno de los logros más importantes para posibilitar el voto a todos los ciudadanos que cumplieran la mayoría de edad, sin importar su condición económica, social, geográfica ni su género. Con los gobiernos militares que sucedieron en diferentes fechas y lugares del continente, la participación de la sociedad en las decisiones importantes del país era mínima durante las etapas de dictadura, aspecto que cambió con la disolución de las mismas.
En un mundo hiperconectado, los procesos electorales necesitan un sistema de presentación y divulgación de la información eficaz (a tiempo real) y transparente a fin de mantener la credibilidad de la población electoral. En este entendido, las tecnologías de información y comunicación ofrecen alternativas ante la necesidad de generar procesos electorales más confiables, seguros y participativos, dando paso al uso de sistemas de votación electrónicos de los que se hablará en el desarrollo del presente análisis.
Tipos de voto electrónico
Según los autores Lucuy, Vargas y Galaburda (2019), los sistemas de votación electrónica se dividen en dos:
* E-Voting: consiste en puntos de votación controlados por encargados, uso de máquinas electrónicas y posible uso de redes privadas.
* RemoteE-Voting: consiste en la posibilidad de votar desde cualquier lugar mediante internet y servidores distribuidos.
Ambos sistemas realizan un manejo disímil de las tecnologías, en el E-voting se tiene un sistema monitoreado, que, para los países del bloque comercial del MERCOSUR y la región, sería el más apropiado para comenzar a utilizar el voto electrónico. Ello no descarta que, en un futuro próximo se logre incorporar el voto electrónico en los sistemas electorales latinoamericanos siempre y cuando se logre reducir la brecha digital y los ciudadanos tengan mayor acceso a internet.
Es bien sabido, que, para realizar de manera exitosa una votación electrónica remota, es vital considerar aspectos logísticos, tomando en cuenta que las brechas digitales en espacios rurales o suburbanos en Latinoamérica son una realidad. En efecto, cuando hablamos de brecha digital, nos referimos a que no todas las personas tienen acceso a ella; por ende, la tecnología empleada en las elecciones, se podría considerar menos igualitaria.
Situación en los países miembros del MERCOSUR
Para el caso boliviano, una vez que el país se estabilizó luego de varias revueltas, en 2009 se procedió a la conformación de un Padrón de Registro Biométrico basado en sistemas informáticos que modernizaron y aumentaron la seguridad y eficacia en el proceso de sufragio. Dicho padrón se encuentra organizado mediante la biometrización de los datos de registro de todos los ciudadanos con derecho a sufragar. De momento, se vota mediante papeleta y de forma presencial, por lo tanto, aún no se ha introducido el voto electrónico en este país.
En el Brasil desde el año 1996, las elecciones se realizan con una máquina que usan los ciudadanos, sin que medie papel de ningún tipo. Este dispositivo, que funciona como urna y tiene aspecto de teléfono, tiene un teclado numérico muy simple, donde los brasileños deben marcar el número de sus candidatos en esta máquina.
Paraguay a partir de la ley 6318/2019, inició la era del voto electrónico, resolviendo su aplicación en todas las elecciones en adelante. El sistema utiliza máquinas de votación. De modo que, el ciudadano tiene un boletín de votación que lo identifica y que debe introducir en la herradura de la máquina de votación, para que posteriormente se puedan habilitar en pantalla todas las posibilidades de candidatos. Una vez seleccionada los candidatos se le da al ciudadano las opciones de confirmar e imprimir.
Una vez impreso el boletín, el sistema le indicará la mesa de votación en que debe depositarlo, doblará el boletín de manera que el voto sea secreto, entregándole al presidente de mesa para que lo firme, se entinta el dedo índice de la mano derecha para imprimirlo en el boletín y depositarlo en las urnas.
En cuanto al sistema de votación en el Uruguay, desde principios del 1900 Uruguay aplica la hermenéutica de depositar un sobre que contiene la hoja de votación dentro de una urna. Al finalizar la jornada, los miembros de la mesa de votos realizan el escrutinio, en presencia de delegados partidarios. Si bien se discute sobre la implementación del voto electrónico, todavía no se ha implementado.
De la revisión de los sistemas electorales, como primera conclusión podemos señalar que la mayoría de los países de la región aún no ha implementado el voto electrónico durante la ejecución de sus procesos electorales de forma completa, esto implica que en estos lugares actualmente la emisión de votos se desarrolla de forma presencial (con papeletas o mediante una maquina de votación como el caso paraguayo) y el conteo de votos se la hace de forma manual. Sin embargo, países como el Brasil ya pusieron en práctica el voto electrónico de forma parcial, ya que aún no se puede votar desde cualquier dispositivo, pero a diferencia del Paraguay no utiliza papeletas.
Ahora bien, al momento de realizar innovaciones en el sistema electoral es necesario tomar en cuenta la realidad del país en cuanto al nivel de conectividad al internet y alfabetización digital. No solo esto, sino que además es necesario identificar cuáles son los costos, la forma en que se sociabilizará la nueva metodología de voto, la tecnología más apta para implementar este tipo de votación, entre otros aspectos.
La región tiene una imperiosa necesidad de fortalecer los procesos electorales considerando los conflictos sociales que se vienen generando a raíz de los procesos de desinformación que se vienen dando con las narrativas de fraude, generándose una polarización de la sociedad. Sin embargo, por definición, la democracia es el gobierno de mayorías, y si esas mayorías no están en línea, no es posible concebir que existe una democracia bajo el escenario tecnológico. Actualmente pocos países se encuentran en posibilidades de implementarlo de forma masiva.
Bibliografía
● Castro, L. (2016). Análisis Comparado de la normativa y experiencia electoral Sudamericana sobre la utilización del voto electrónico y su viabilidad en Bolivia. [ Tesis]. Universidad Mayor de San Andrés.
● Lucuy, Vargas & Galaburda. Modelo y sistema de votación electrónica aplicando la tecnología de cadena de bloques.
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